Cuando un niño tiene una infección bacteriana, digamos una infección en un oído, y le indican antibióticos para matar a los gérmenes dañinos, se produce un daño colateral al acabar con las bacterias beneficiosas que viven en los intestinos. La pérdida de esas bacterias puede afectar la forma en que el bioma de una persona degrada los alimentos, algo que una función básica de las bacterias, y esto puede contribuir a que ganemos peso. Los niños pequeños son los más susceptibles a esto.
Después de revisar datos de salud de más de 163,000 niños de entre tres y 18 años, los investigadores hallaron que el índice de masa corporal de los chicos aumentó en la adolescencia a medida que tomaban más antibióticos. O sea, mientras más antibióticos tomaron de niño, mayor fue la ganancia de peso en la adolescencia.
¿Qué hacer en caso de que tu niño se enferme? Primero, no insista en que tu médico le indique antibióticos cuando no es adecuado como, por ejemplo, para una infección viral o una bacteriana que el organismo puede combatir. Pero si el médico receta antibióticos, cerciórate de que es algo completamente necesario. Después pregúntale acerca de tomar probióticos tras el uso de antibióticos. Eso puede ayudar a que el bioma de tu hijo se restablezca.
© 2015 Michael Roizen, M.D. y Mehmet Oz, M.D. Distribuido por King Features Syndicate, Inc.
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